En el artículo Composición corporal Vs. Peso analizamos las diferencias entre estas dos medidas utilizadas para evaluar el estado de salud y la condición física de las personas. A continuación, exploraremos los beneficios de conocer y hacer seguimiento a la composición corporal en un proceso de pérdida de grasa:

Establecer metas realistas y personalizadas:

Al comprender la propia estructura corporal, se pueden diseñar planes de nutrición y de ejercicio más personalizados y ajustados a tus necesidades individuales. Por ejemplo, si tienes un porcentaje muy bajo de masa muscular, puede que tu médico o nutricionista determine que el proceso debe iniciar con un enfoque en la construcción de músculo.

Monitorear el progreso de manera precisa:

Medir y seguir tu composición corporal a lo largo del tiempo proporciona una imagen más precisa de tu progreso. Esto es más informativo que simplemente depender de la balanza, ya que puedes perder grasa y ganar músculo al mismo tiempo, lo que podría no reflejarse en un cambio de peso significativo.

Preservar la masa muscular:

Al conocer tu composición corporal, puedes asegurarte de que tu pérdida de peso se centre en la grasa y no en la masa muscular. Mantener la masa muscular es esencial para un metabolismo saludable y para evitar la flacidez que a veces se asocia con la pérdida de peso rápida.

Motivación sostenible:

Ver cambios positivos en tu composición corporal, incluso si la pérdida de peso total es modesta, puede ser motivador. A veces, la mejora en la apariencia y en la forma en que te sientes puede ser más significativa que la pérdida de peso en sí misma.

Identificar áreas de mejora:

Al conocer la distribución de grasa en tu cuerpo, puedes identificar áreas específicas que pueden requerir una atención adicional. Esto te permite personalizar tu enfoque para abordar áreas problemáticas.

Salud general:

Mantener un nivel de grasa corporal saludable está relacionado con la prevención de diversas enfermedades, como enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2 y problemas articulares. Conocer tu composición corporal puede motivarte a adoptar un estilo de vida más saludable.

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Métodos para medir tu composición corporal en pérdida de grasa

inbody pérdida de grasa

1. Calibradores de piel

Los calibradores de piel, también conocidos como caliper o plicómetro, son instrumentos utilizados en el método de plicometría para medir el grosor de los pliegues cutáneos, y estimar la cantidad de grasa subcutánea.

Es un método práctico y económico para evaluar la composición corporal, sin embargo es importante tener en cuenta que la variabilidad individual en la distribución de grasa puede afectar la precisión de las estimaciones.

Además, la plicometría no proporciona información sobre la grasa interna alrededor de órganos vitales (grasa visceral), la cual está asociada con riesgos para la salud.

 2. DEXA (Absorciometría Dual de Rayos X)

Es un método avanzado que utiliza dos fuentes de rayos X de energías diferentes para escanear al paciente y proporcionar estimaciones precisas de la masa grasa y la masa magra en diferentes segmentos del cuerpo, permitiendo una evaluación detallada de la composición corporal.

Es uno de los métodos más precisos y confiables para medir la composición corporal y la densidad mineral ósea, sin embargo, puede ser costoso en términos de equipo y operación, lo que limita su disponibilidad.

3. Bioimpedancia eléctrica (BIA)

La BIA utiliza corrientes eléctricas de baja frecuencia y baja amplitud, aplicando electrodos en puntos específicos del cuerpo. Su objetivo es medir la impedancia (la resistencia al flujo de corriente), y utilizar algoritmos para calcular la composición corporal.

Es considerado el método más conveniente y accesible para medir la composición corporal, sin embargo la precisión de los resultados depende en gran medida de la calidad del equipo utilizado. 

¿Cada cuánto debes medir la composición corporal?

La frecuencia ideal de medición varía según los objetivos individuales. Por ejemplo, si estás en un proceso de pérdida de grasa, es recomendable que midas tu composición corporal cada 4-6 semanas, pues esto proporciona tiempo suficiente para implementar cambios significativos y evaluar la efectividad de las estrategias adoptadas.

También es importante que realices las mediciones bajo condiciones similares cada vez. Esto incluye el momento del día, la hidratación, el estado de ayuno, y otros factores que pueden afectar los resultados, y por supuesto, busca la orientación de un profesional de la salud para interpretar y sacar el máximo provecho a los resultados de estas mediciones.

Finalmente, recuerda que, además de esta medición, debes prestar atención a otros indicadores de salud y bienestar, como la energía, el rendimiento y la calidad del sueño, para evaluar de una manera más integral tu progreso global.


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